sábado, 14 de abril de 2012

Una noche despejada iremos a cualquier parte silenciosa, oscura y solitaria, y no tendremos absolutamente nada de miedo, porque nos abrazaremos, nos tumbaremos, y con tu cabeza apoyada sobre mi pecho miraremos las estrellas, y mientras tu me expliques todo lo que sabes sobre ellas yo te besaré, y deteniendo tus palabras simplemente cerraremos los ojos y sentiremos el viento rozandonos y todas las estrellas y la luna ilumiandonos detenidamente.



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